El saber humilde como principio de libertad
Luis Humberto Danuzzo
6/30/20251 min leer


Contenido de mi publicaciónNací sabiendo poco, como todos. Pero cada paso, cada error, cada acto de injusticia que viví, me enseñó más que cualquier tratado. No soy filósofo de escritorio. Soy hijo de la tierra de Yapeyú. Como San Martín, sé que la sabiduría no baja de las cátedras, sino que sube del dolor, de la experiencia, de la lucha con dignidad.
He aprendido que cuanto más sé, más consciente soy de lo que aún me falta por comprender.
Pero no es un vacío paralizante:
es un fuego que me impulsa.
“Sólo sé que no sé nada”, decía Sócrates.
Pero yo digo:
“Solo sé que no sé nada... pero ese saber me ilumina, y me contagia de un saber empírico que me permite caminar más firme, con los ojos abiertos y el corazón encendido.”
Así se forma el pensamiento sanmartiniano humilde: con barro en los pies, amor en el alma y justicia en la mirada.
El saber sin humildad se vuelve tiranía
Hoy, los poderes hablan con soberbia, dictan desde la ignorancia ilustrada, pero no escuchan al pueblo. San Martín sabía escuchar al silencio de los humildes. Él sabía que la verdad de un campesino podía ser más profunda que la de cien doctores. Y por eso liberó pueblos.
La verdadera sabiduría no somete. Ilumina.
No se impone. Acompaña.
No hace negocios. Hace justicia.
Saber empírico: verdad vivida
Este libro nace de ese saber vivido.
De haber sufrido injusticias, de haber sido despojado, de haber conocido el silencio cómplice del poder.
Pero también nace del amor profundo a la patria, del ejemplo de los que dieron la vida en Malvinas, del que muere de pie sin traicionar su conciencia.
Yo no escribo desde el mármol. Escribo desde el suelo.
Reflexión
Explora la filosofía de San Martín y su legado.
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